martes, 3 de marzo de 2009

Sospechan de nosotros, de Luis García Montero


Sospechan de nosotros. Ha pasado

el primer autobus, y nos sorprende

en el lugar del crimen,

desatados los cuellos y las manos

a punto de morir, abandonandose.


Nos da el alto la luz,

entimos su revolver por la espalda,

demasiado indeciso,

su temblor en nosotros, encubierto

bajo el pequeño bosque de las abanas.

¡Corre!

¡Coge el amor y corre cuerpo adentro!

Hay un desfiladero sin leyes en los labios,

un laberinto ardiendo de salidas.

Mira tu corazón o tu cintura,

ese castillo en alto

que mis muslos coronan como un lago de niebla.


¡Corre!

Atiende solo al viento de la piel

pasando y regresando,

y que suenen laqs rafagas,

que suenen los disparos,

que las sirenas suenen a tu espalda.


Luis García Montero

1 comentario:

Marck dijo...

MARCK ZOILO BUENDIA


LOCALIZACIÓN

Este poema pertenece al libro del escritor Luis García Montero (Granada, 1958)
Este poeta, ha sido catedrático de Literatura española en la universidad de Granada, donde ingresó en 1981.

MÉTRICA

El poema está dividido en cuatro estrofas. Las dos primeras de cinco versos, la tercera de siete y la cuarta de seis versos.
Esta compuesto por una mezcla de versos de arte mayor y también de arte menor de siete y once silabas.
Cabe decir que este poema es un tipo de métrica especia, irregular, ya que hay versos bisílabos. Esto es una nueva interpretación de la métrica por parte del poeta que le permite mayor libertad.

TEMA

El tema expresado en este poema es que la relación sexual produce tal placer que nos hace sentir que todo lo demás carece de importancia.
El poeta presenta el poema como una persecución imaginaria.
Perseguidor (luz solar) y los perseguidores (los amantes)
A los amantes se les plantea una situación límite en la cual ellos llevan a cabo su objetivo, que es amarse, con riesgo.
Con esto, el autor pretende expresar que el momento del riesgo produce un placer indescriptible, que nos hace sentir que solo existe el, solo nos importa ese placer, y volverlo a sentir sin que nada lo interrumpa.